5 errores comunes al armar la habitación del bebé (y cómo evitarlos)

Preparar la llegada de un bebé es un momento único y lleno de ilusión. Muchas familias sueñan con ese espacio perfecto: seguro, funcional y con una estética que acompañe los primeros años de vida. Sin embargo, en el entusiasmo suelen cometerse algunos errores que después generan incomodidad, gastos extras o incluso riesgos.

En Estudio Kiwi queremos acompañarte en este proceso con nuestra experiencia diseñando y fabricando muebles para familias reales. Hoy te compartimos los 5 errores más comunes al armar la habitación del bebé y cómo podés evitarlos.


1. Elegir muebles que solo sirven para la primera etapa

Un error muy frecuente es comprar muebles que se usan apenas unos meses. Por ejemplo, una cuna que deja de servir cuando el bebé empieza a moverse más.
👉 Cómo evitarlo: optá por muebles evolutivos que crezcan con tu hijo, como cunas que se transforman en cama Montessori o escritorios que acompañan distintas etapas. Son una inversión a largo plazo.


2. Recargar el espacio con demasiados objetos

La emoción suele llevar a llenar la habitación de adornos, juguetes y muebles innecesarios. Esto termina generando ruido visual y dificulta el orden.
👉 Cómo evitarlo: apostá por una decoración simple, sin estridencias, y priorizá muebles de guardado funcionales. Recordá que menos es más.


3. No pensar en la seguridad desde el principio

A veces la estética manda, pero si un mueble tiene bordes filosos, barnices tóxicos o poca estabilidad, se convierte en un problema.
👉 Cómo evitarlo: elegí siempre materiales seguros, terminaciones no tóxicas y diseños pensados específicamente para bebés y niños. En Estudio Kiwi cuidamos cada detalle para que el espacio sea tan lindo como seguro.


4. No planificar espacio de guardado suficiente

Los bebés traen consigo más cosas de las que imaginamos: ropa, pañales, juguetes, libros. Y si no hay lugar para todo, el desorden se acumula.
👉 Cómo evitarlo: incorporá desde el inicio muebles con cajones, estantes o bauleras. El orden es clave para disfrutar de la habitación en calma.


5. Olvidar que la habitación es para toda la familia

A veces se piensa solo en el bebé y no en la dinámica familiar: lactancia, colecho, juego, momentos de descanso compartido.
👉 Cómo evitarlo: diseñá un espacio versátil y cómodo para todos. Una mecedora, una cama que se adapta, muebles accesibles: todo suma para que la habitación sea un lugar de encuentro, no solo de descanso.


Conclusión

La habitación del bebé no tiene que ser perfecta, tiene que ser vivida. Con muebles de calidad, diseño pensado para evolucionar y una propuesta simple y funcional, podés crear un espacio que acompañe a tu familia durante muchos años.

 

En Estudio Kiwi estamos para ayudarte a diseñar habitaciones que crecen con tus hijos, cuidando cada detalle y transformando cada etapa en un recuerdo especial.