La llegada de los primeros pasos de independencia de un niño es emocionante, pero también puede generar dudas y cierta ansiedad en la familia. Uno de los cambios más significativos en esta etapa es la transición del colecho a la cama Montessori.
En Estudio Kiwi creemos que este proceso no se trata solo de un cambio de mobiliario, sino de una oportunidad para fomentar autonomía, confianza y seguridad emocional.
✨ Entender la transición como un proceso gradual
Cada niño tiene su propio ritmo. La transición no es un evento de un día, sino un proceso que se adapta a las necesidades y emociones de la familia.
-
Primero, se puede empezar con siestas o momentos cortos en la cama Montessori.
-
Después, incorporar la cama en la rutina nocturna poco a poco, manteniendo rituales de seguridad y cercanía.
El objetivo es que el niño sienta confianza y continuidad, no pérdida de protección o afecto.
🌱 Beneficios de la cama Montessori
-
Autonomía desde el principio: el niño puede entrar y salir solo, explorando su espacio con seguridad.
-
Adaptabilidad: muchas de nuestras cunas se transforman en cama Montessori, lo que hace que el cambio sea natural y emocionalmente menos disruptivo.
-
Rutinas más claras: facilita la organización de la noche y el día a día familiar.
💡 Consejos para acompañar a la familia en la transición
-
Mantener la cercanía emocional: aunque ya no compartan la misma cama, el vínculo sigue siendo fuerte. Pueden leer juntos, abrazarse antes de dormir y mantener rutinas de conexión.
-
Crear un espacio seguro y acogedor: ropa de cama cómoda, iluminación suave y juguetes accesibles ayudan a que el niño se sienta protegido.
-
Respetar emociones: puede haber miedo, enojo o resistencia. Validar estos sentimientos y acompañarlos sin presión es clave.
-
Involucrar al niño: permitir que elija mantas, almohadas o cómo organizar su cama, fortalece la sensación de control y autonomía.
-
Pequeños pasos: empezar con siestas o noches intermitentes antes de la transición completa.
🌙 Nuestra filosofía en Estudio Kiwi
Para nosotros, la transición del colecho a la cama Montessori es parte del viaje de crianza. No se trata de apresurar etapas, sino de acompañar a los niños con respeto, amor y seguridad.
Cada cama que diseñamos tiene este propósito: acompañar la autonomía del niño, sin perder la cercanía familiar, y permitir que la familia viva este cambio con tranquilidad y confianza.